Respiración Alterna
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La tercera técnica de respiración
que aprendemos en nuestra Escuela de Auto-Realización, en primer nivel, es la respiración
alterna o pranayama alterno, que revisaremos a continuación.
El Pranayama alterno es un método
yóguico de curación que puede conducir hasta un estado extraordinario de
equilibrio del cuerpo y mente despertando la Conciencia.
Hacer conciencia del poder
curativo que tiene la práctica
de esta milenaria técnica será el objetivo de esta revisión, una correcta
respiración consciente activando nuestros canales sutiles de energía que
conocemos como Sushumna (conducto central). Pingala (lado
energético derecho del cuerpo sutil). Ida (lado energético izquierdo del
cuerpo sutil).
Cuando empezamos la práctica de
los ejercicios de Hatha Yoga: las Asanas, nos damos cuenta lo importante de aprender correctamente la
respiración controlada, que a su vez es consciente para manejar nuestra correcta salud con estos dos
peldaños, en el camino del Yoga Real o Raja Yoga.
Para poder practicarla primero
debemos entenderla. Para poder realizar todo acto respiratorio que sea para
nosotros medicina, hay que recordar estos aspectos:
·
Deberá
tener cualidades curativas
·
Será
consciente
·
Por
vía nasal
·
Se
practicará mediante un fluir de la energía recorriendo la columna astral
·
Siempre
completa
·
En
actitud relajante
·
Concentración
en la columna astral en todo momento
El significado de la palabra
Pranayama, puede explicarse de la siguiente manera:
Prana: energía o fuerza
vital o respiración
Ayam: control, expansión o elevamiento
Por lo que el concepto de
Pranayama es el poderoso control de la respiración equilibrada, el cual al
fluir el prana se hace más extensivo y expansivo, donde controlando la
respiración controlamos la actividad mental. Así mismo la palabra Prana está
compuesta por dos palabras
Pra: primera unidad
Na: energía
Esta primera unidad de energía
que está en todo el Universo de la creación de Dios, está en cada uno de manera
muy sutil.
En el principio de la
creación había espacio vacío o llamado akasha pero a través del prana el
universo se pudo manifestar, todo lo que está en el mundo sensorial es prana
que alimenta la mente y produce pensamientos, que a su vez se relacionan con la
mente, la voluntad a través del alma individual, y ésta a su vez, con el alma
de la creación el “Atman Divino”.
Por ello, todo el prana y su control nos favorecen para estar conectados y
dejar que éste
fluya de manera libre y sin bloqueos por todos los cuerpos de nuestro ser.
De ahí que recordamos que la
respiración es el vínculo que une el cuerpo y la mente para que se manifieste la conciencia, y eso es Yoga (unión).
Prana es el sustentador de la
vida y de todo lo que existe en la creación de Dios, es la parte vital de
nuestro alimento y del aire que respiramos. Pero si no lo hacemos consciente
este prana no se libera, necesitamos de toda nuestra concentración y atención,
pues el prana viaja a través de nuestra mente que es su vehículo, si no nos concentramos
en ella solo entrará oxígeno pero no
activaremos el prana, que en la mayor parte de las personas que no conocen el
misterio de la respiración y su poder, permanecerá en un estado llamado “Apana”
o prana dormido.
Los Vedas, consideraban que si
alguien conocía la ciencia de la respiración “sabía todo” y los que conocen “prana”
conocen a los Vedas. Pues la respiración es considerada “Brahmán”, toda la
creación se mueve y se manifiesta como una expresión del prana.
Los Rishis descubrieron que
existe una alternancia del flujo de aire entre las narinas: derecha e izquierda,
las mismas que cada 45 a 90 minutos se alterna de manera fisiológica el flujo
del aire a través de ellas. Y la relación que tenían estas energías masculinas
y femeninas con los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo.
Para poder entender la
importancia científica de la práctica del pranayama, hay que mencionar algo de
nuestro sistema nervioso, el cual coordina a las demás funciones de los
sistemas del cuerpo, el gran organizador corporal.
Así tenemos dos grandes sistemas:
el sistema nervioso central y el sistema periférico. El central lo conforman el
cerebro y medula espinal; su extensión. El periférico tenemos los nervios
craneanos, vertebrales y el sistema nervioso autónomo que se ramifican por todo
el cuerpo que forman las fibras nerviosas motoras y las sensoriales. Gracias a
ello sentimos y nos movemos.
La parte del sistema autónomo no
siempre lo podemos controlar. La ciencia del pranayama está muy conectada con
esta función, en la que conocemos como involuntaria.
Así cuando nos concentramos en la
respiración, hacemos de una función involuntaria algo voluntario. El mover el
pulmón, el control del paso del aire por la vía respiratoria, tendrá su
contrapartida en el control del ritmo cardiaco y del nervio llamado Vago,
poniendo el sistema autónomo bajo control voluntario. De esta forma se puede
experimentar los más altos y sutiles niveles de la mente consciente.
Para
ello, los Vedas hablan de canales de energía que se encuentran en el cuerpo
sutil, o conocidos como NADIS, explicando que los nervios físicos y los
impulsos son manifestaciones primarias de los más sutiles nadis y pranas, así
los plexos y glándulas del cuerpo son manifestaciones de lo que conocemos como “chakras”
o centros espirituales.
Hay varios miles de nadis, pero
los más importantes son tres: IDA, PINGALA, SUSHUMNA.
Ida: narina izquierda, que termina en
la fosa nasal izquierda, hemicuerpo izquierdo, hemisferio cerebral derecho,
naturaleza femenina, lunar y magnética.
Pingala: narina derecha, que
termina en la fosa nasal derecha, hemicuerpo derecho, hemisferio cerebral izquierdo,
naturaleza masculina, solar.
Sushumna: canal central,
principal, que comprende el eje cerebroespinal, en su eje central en su camino
a lo largo de la columna astral, este poderoso nadi, pasa por cada uno de
nuestros diferentes chakras activándolos:
·
Chakra I - Muladhara, el chakra raíz.
·
Chakra II - Swadhisthana,
el chakra sacral.
·
El chakra III - Manipura,
el chakra del plexo solar.
·
El chakra IV - Anahata,
el chakra corazón.
·
El chakra V - Vishuddha,
el chakra de la garganta.
·
El chakra VII - Ajna, el chakra del
tercer ojo.
·
El chakra VII - Sahasrara,
el chakra corona.
Es en la parte baja de nuestra columna astral o chakra muladhara donde duerme la energía vital, o Kundalini (palabra sánscrita que significa enroscada).
El objetivo de esta respiración, es
despertar la energía dormida y guiarla hacia arriba a través de Sushumna por los
distintos chakras, hasta Sahasrara
el loto de mil pétalos arriba de la cabeza. Al hacerlo el yogui toma conciencia de sí mismo
y libera su espíritu, y su alma individual se une a la total conciencia cósmica de su Atman Divino.
La práctica y los ejercicios de
pranayama son el medio para lograr este despertar. Su objetivo será debilitar a Ida y Pingala (la dualidad del
ser) y hacer fluir prana por la columna astral; al fluir su conciencia en mí dará felicidad
única y se libera la esclavitud del tiempo.
Los Vedas nos explican que la
respiración es una manifestación externa del prana si no hubiera prana no
existiría la vida en el cosmos.
Cuando las dos fosas nasales
están activas, abiertas y despejadas, el flujo de energía es igual en las dos,
desarrollaremos una actitud devota, nos sentimos armónicos y alegres. Para
poder meditar es importante tener las dos fosas nasales despejadas y activas.
El
pranayama o respiración alterna
Este ejercicio de respiración consciente, llamado pranayama alterno o la alternancia de los canales por donde fluye la energía vital: “PRANA”, debe practicarse con mucha concentración, poniendo la mente en el ejercicio, la atención estará en todo momento en la columna astral, en la mentalización de los canales, la respiración será controlada.
Cómo se practica el Pranayama alterno:
La respiración alterna sin retención del aliento tiene la finalidad de equilibrar e igualar la corriente pránica que pasa por ambas fosas nasales. Esta respiración estimula, los hemisferios cerebrales izquierdo (lógico) y derecho (expresivo). Resulta ser sedante y agudiza nuestra concentración.
En la Escuela de Auto-Realización el Padrecito
Dávila en el libro del primer nivel de lecciones de Yoga y Cristianismo antes
de empezar con la práctica, nos da indicaciones importantes.
CONSEJOS PRÁCTICOS:
Existen 5 reglas de oro:
1.- Concentración en la columna astral
2.- Mentalizar la energía
subiendo por ella
3.- No forzar la naturaleza, cada
ciclo de inspiración, y exhalación
4.- Seguir la guía de un
instructor
5.- Observar en todo momento el
prana en los ciclos de respiración. Donde la energía ascendente llega a los
hemisferios cerebrales y los estimula.
Empecemos:
1.- Revisamos nuestra postura: la que será sentada,
sea en una silla dejando libre nuestra espalda del respaldo, o bien sentada en
un cojín en postura cómoda y firme. En un lugar tranquilo, silencioso y con
mucha ventilación.
2.- La columna vertebral muy erguida y el mentón
paralelo al suelo, las manos en el regazo, la cabeza el cuello y el tronco
inmóvil. Nuestros ojos físicos en un punto en el entrecejo, el centro de
nuestra conciencia, llamado centro crístico. Una vez en la posición correcta,
empezamos nuestra respiración.
3.- Llevamos la mano derecha a la
nariz. El dedo índice y el dedo pulgar unidos en mudra, para que al doblarlo
puedan tapar la narina derecha. Se puede cambiar de mano usando alternadamente
este mudra para ir tapando cada narina o se puede usar una sola mano y tapar la
narina izquierda con el dedo meñique o anular.
4.- Empezamos siempre tapando la
narina derecha, con la mano derecha, inspiramos por la fosa nasal izquierda,
todo el aire que se pueda, mientras el aire–prana sube, la inhalación deberá
ser lenta, profunda, uniforme, controlada sin esfuerzos, ni pausas, ni
movimientos bruscos. Disfrutando de la energía que fluye magnetizada o energizada
subiendo por la columna astral o Sushumna Nadi, desde la columna sacra-coxígea hasta el
centro de nuestra conciencia, o un punto en el entrecejo. Una vez ahí, retenga
por unos segundos, se cambia de narina esta vez tapando la narina izquierda
para soltar, exhalando el aire-prana, controlando ahora la energía que baja por
Nadi Pingala.
Sin cambiar la narina esta vez inhalamos por la fosa nasal derecha, la energía
vuelve a subir por Sushumna Nadi, al conducir la energía hasta el centro
crístico, cambiamos de narina esta vez tapamos la narina derecha y exhalamos el
aliento vital por la fosa nasal izquierda, la energía controlada por nuestra
mente conducirá este aliento vital por el Nadi Ida o canal izquierdo y
de esa forma hemos terminado un ciclo de intercambio y activación de nuestra
energía Kundalini.
El Padrecito Dávila en
su libro “Las llaves de tu Reino”,
aconseja realizar unas 6 veces al principio, cada ciclo; que no había que
preocuparse por el tiempo de inhalación, retención y exhalación, hay que seguir
la naturaleza, decía el Padrecito, no la fuerce, todo hágalo naturalmente. Que La
práctica diaria de esta respiración no solamente, hará ensanchar el pecho,
fortalecer los pulmones y los demás órganos de la respiración sino desarrollará
poderes dormidos que agudizará nuestra memoria, adquirirá facilidad para
experiencia de telepatía, de pensamiento, curación mental y todo para mejorar
nuestra concentración.
En
la ciencia del Ayurveda la práctica constante y concentrada de esta respiración
pránica, es medicina dentro de sus múltiples brazos para la curación y alcanzar
la salud del cuerpo.
Es el cuarto peldaño en el camino del Yoga de
Patanjali.
El pranayama alterno, es y será una técnica milenaria, que siempre
ayudará al devoto a alcanzar su autorrealización en Dios, pues nos conduce a liberarnos de la
dualidad, a volvernos más activos, despiertos, calmados, dinámicos; mueve nuestros chakras,
despierta estados de conciencia superior, magnetiza la columna astral,
despierta la kundala dormida; nos hace ver claro lo que somos; ayuda a la salud del
cuerpo físico; y lo
más importante, limpia nuestro templo llamado cuerpo y nos eleva a un estado mejor del Ser, en
la búsqueda de nuestra amada realidad, el ser eterno que habita en cada uno de
nosotros ese “Atman Divino”.









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