Yamas y Niyamas
PONENCIA CENTRO CHILE
BASES ÉTICO MORALES DEL YOGA. “CÓDIGOS DE CONDUCTA UNIVERSALES”
Fue
Patánjali en el siglo III a.C. que sistematizó científicamente los peldaños del
Yoga para alcanzar el estado de iluminación, codificando a través de su teoría
de los Yoga-Sutras o el óctuple sendero del Yoga, en la que se conoce como la rama del Raja
Yoga o Yoga Real.
Cuenta
la historia que Patánjali recopiló las antiguas enseñanzas de la Ciencia del
Yoga, inspirado por la Divinidad, dejando así textos sagrados, estos llamados
los Yoga Sutras o la esencia del Yoga. Dejan plasmado para toda la eternidad
caminos activos para ayudar a la purificación del cuerpo, de la mente, de las
emociones, escalar y alcanzar nuestra meta a la autorrealización e
iluminación.
Todas
las enseñanzas que nuestra Asociación Escuela de Auto-Realización nos ha aportado, nos han
permitido poder tomar lo mejor del Yoga y de todos los Santos que han sido inspirados para ayudar a
la humanidad a su perfeccionamiento espiritual. Es así como los Yoga Sutras de
Patánjali se aplican a todas las edades, religiones, tiempos, sexos y clases
sociales.
Durante
la pandemia nos vimos en la tarea de preservar nuestras enseñanzas de la
Escuela de Auto-Realización
y adaptar clases online, las que todos hemos tenido que aprender a aceptar, y
continuar caminando por la senda que nuestro Padre Dávila nos heredó; saber que
detrás de esas lejanas ventanitas hay almas esperando compañía, ayuda, consejos
y apoyo espiritual. Ese marzo de 2020 vivimos una experiencia única, difícil y
algo aterradora, pero no impidió que siguiéramos con nuestra entrega. Vimos
como esta nueva forma de vivir podría ser una herramienta maravillosa para
poner en práctica todo lo aprendido. Nuestra Asociación Escuela en Chile, en el
V nivel de Yoga,
enseña y practica Yamas y Niyamas, los primeros peldaños del camino real del Yoga o Raja Yoga,
inspirados por Patánjali. Cada año enseñamos los 8 preceptos del Yoga, empezando por
éstos, que son los códigos morales y de conducta universales que todo yogui
deberá aprender y son esenciales para todo el que quiere avanzar en el camino
de la ciencia del Yoga y alcanzar su autorrealización.
En
esta ocasión vimos que era la gran oportunidad, poner en práctica estos
senderos de apoyo escritos hace milenios y que al ser inspirados por la Divinidad no pasan de moda ni
se envejecen, son eternos e infinitos y nos sirven en situaciones reales para
nuestra vida diaria, en momentos muy difíciles y en dificultades como la que
aun vivimos en la actualidad que es la pandemia.
Reconocer
las virtudes de llevar la Ciencia aprendida en esta Asociación a la
práctica, es una experiencia única que vale la pena vivir, tema que
analizaremos en esta Convención 2021 y cómo los alumnos de V nivel y sus
instructores, vivieron aquella profunda y creadora experiencia de vida.
ALGO DE HISTORIA
Los Yogas Sutras de Patánjali, son textos reconocidos por
todas las escuelas de Yoga
y fuente de todas las obras posteriores que comienzan con un código
de conducta y finalizan con un estudio de la meditación a la iluminación del
ser, llevando la mente hacia un estado de armonía y equilibrio. La estructura
de las escrituras Védicas puede ser entendidas como un camino en el que se
darán muchos pasos, cada paso corresponde a una escritura específica. Las
escrituras Védicas describen tanto la meta como los pasos que llevan hacia la
meta. Éstas no son sectarias porque respetan a toda la gente en todos los
“pasos”; simplemente animan a cada una hacia el próximo paso. Como dice el
refrán védico:
"incluso en una multitud de pájaros, cada pájaro tiene que volar por sí
mismo".
Todas estas enseñanzas son para motivar a los seres humanos,
son para entender que no somos entidades independientes, más bien somos partes
del cuerpo universal, y dependiendo de muchas fuerzas superiores.
Si uno se conecta con estas fuerzas divinas de manera
apropiada (rituales y comprensión), alcanzaremos la unidad con el todo, experimentando
paz y armonía. No todos están inclinados a seguir los métodos de los Vedas que
demandan disciplina, pureza, fe y paciencia. Gente impaciente quiere resultados
rápidos, esto no es para yoguis.
Patánjali desarrolló los dos primeros peldaños del camino del
Yoga para alcanzar el estado supremo de conciencia del Ser, empezando por
códigos universales de conducta (yamas y niyamas) que ayudan a transformar al
devoto en su máximo estado de
purificación terminando con el estado de máxima realización o Samadhi.
Yamas y Niyamas
De los 8 peldaños de la Ciencia del Yoga, Yama y Niyama.
La enseñanza primera del Yoga se basa en que la naturaleza íntima del
hombre es Divina, pero lo olvida identificándose con el cuerpo material y su
intelecto, de esa forma decae y muere, tomando conciencia de lo que realmente
es, todas las imperfecciones humanas se liberan y lo llevan a una experiencia directa
con su ser.
Existen muchos caminos de la Ciencia del Yoga, pero el sabio
Patánjali recopiló las enseñanzas del Yoga y las organizó en 196 aforismos o Sutras, a
las que llamó Yoga Sutras. Así, tenemos 4 capítulos o padas, el primero es
sobre el Samadhi; el segundo, los medios prácticos para lograrlo; el tercero,
los poderes que se manifiestan en la persona que decide tomar el camino del Yoga y el cuarto, la
liberación espiritual o kaivalya.
Se dice que Patánjali, durante toda su vida, sólo sistematizó científicamente los dos primeros peldaños, explicándonos la importancia de cómo podemos identificarnos con ellos en nuestra vida diaria y llevarlos a la práctica. Así, tenemos que los 8 peldaños del Yoga o el óctuple sendero son:
Yama, Niyama, Asanas, Pranayamas, Pratyahara, Dharana, Dhyana
y Samadhi.
Los 5 primeros trabajan un aspecto externo, los 3 últimos los
aspectos internos.
Los dos primeros son todos los códigos morales del Yoga, ayudando
a cultivar una actitud mental correcta. Es como hacer de la práctica un
progreso diario, con la práctica nos volvemos mejores seres, limpiamos nuestra
mente y actos, como hacer una purificación diaria, porque a veces nuestros
actos son disarmónicos y necesitamos entender como ser mejores personas cada
día.
Yama, primer peldaño de este intenso camino de autorrealización,
en él abarcan
principios morales de interacción hacia el exterior, pero vienen de nuestro
interior. Y el segundo peldaño, Niyama,
es el trabajo de mi ser hacia el interior; entenderlos es ir cada día avanzando y limpiando
la contaminación acumulada en nuestra mente y cuerpo. Todos sabemos lo difícil
que es poder sentarnos a meditar, si al cerrar los ojos hay preocupaciones o
ideas dando vueltas, entonces es que estamos contaminados y necesitamos limpiar
toxinas mentales.
Los principios se usarán toda la vida, no son para un inicio de nivel o para el nivel V u otro, o dejar el escalón 1 y 2 porque ya lo estudiamos pasamos el nivel y ya somos meditadores; algunos, kriyabanes, si olvidamos las bases será más difícil alcanzar la meta, estos dos peldaños se pulen cada día y nosotros tuvimos la dicha de poder ponerlos en práctica. No podemos decir cual peldaño es más importante que otro, muchas veces decidimos pasar nuestra vida de yogui solo meditando y eliminamos las asanas, pranayamas, pratyahara y sólo nos dedicamos a concentrar y meditar. Una vez en postura de meditación, la mente no se puede aquietar porque sabemos en Yoga que las cosas simples y sencillas cambian la vida de un devoto. Si queremos autorrealizarnos empecemos por practicar estos principios importantes, por alguna razón, son las bases o los primeros peldaños en el camino del Yoga.
Los 10 compromisos del Yoga son:
Los 5 Yamas o prohibiciones, la no violencia, no
mentir, no robar, la castidad, no desear cosas en exceso, ponerlas en práctica
nos ayudan a modificar nuestra conducta e imperfecciones reemplazándolas
por virtudes volviéndonos mejores personas.
Los 5 Niyamas o reglas que deben observarse son: la
limpieza, alegría de vivir, prácticas para ayudar a la perfección del cuerpo y
los sentidos, el estudio de las escrituras y el abandono a la realidad última,
Dios. Estos nos ayudan a regular hábitos llevando a controlar el
comportamiento, definiendo rasgos positivos de personalidad.
Es frecuente en el Occidente empezar enseñando asanas y pranayamas, pues
los yamas y niyamas se dejan para niveles más avanzados por las dificultades
que provocan los cambios de vida, de pensamiento; es ya arduo disciplinar al cuerpo y a la mente y
ser perseverantes en las prácticas.
Estos primeros peldaños son los que permiten al estudiante cultivar una mente
firme y equilibrada.
El primero es: Ahimsa, donde himsa significa violencia o daño y Ahimsa es no dañar, no violentar, renunciar a no lastimar a ninguna especie, ni con el pensamiento, palabra y acción. Cuando a causa de una acción se agrede y causa sufrimiento, la violencia a evaluar en nuestras vidas, nuestra observancia, no solo es a nivel físico, es violencia de pensamiento y de palabra no solo de hecho. La práctica cuidadosa de Ahimsa conduce a un amor espontáneo, despertamos conciencia de unidad que abarca todo lo creado y nos permite avanzar al autoconocimiento. Eso es Conciencia Crística pura.
Llaves para la práctica de Ahimsa: Paciencia y perdón.
Segundo Yama: Satya no mentir, pero más que decir no mentir, es que debemos alcanzar la riqueza más grande el ser veraz, la creación es la verdad de Dios plasmada y materializada, es como nosotros debemos plasmar en todo momento esa veracidad. Es un código moral para aplicarlo en todas las sociedades, la sinceridad en nuestros actos, pensamientos y palabras. El Raja Yoga menciona que el mentir lleva a una cadena de mentiras transformándose en un engaño que pronto resulta en una mente temerosa e intrigante. Si hacemos de nuestra vida una verdad ese será el punto central y sus expresiones serán ciertas.
La llave para la práctica de Satya: humildad, no engañar y
honestidad.
Tercer Yama: Asteya, no robar, ausencia de codicia, capacidad de
resistir el deseo de lo que no nos pertenece, aceptar sobornos, desear lo que
el otro tiene, cuando lo hacemos nuestra atención, gasta energía en buscar
poseerlo y no pensar en otra cosa.
Una actitud así siembra en el corazón celos, sintiendo que la
otra persona tiene lo que a mí me pertenece que da como resultado sentirme
incompleto y triste.
El que roba luego lo hace de manera natural, cultivando Asteya, desarrollamos un sentimiento de plenitud, nos sentimos completos y felices, activamos el sentimiento de autosuficiencia y nos libera de la esclavitud de esperar el objeto que no tenemos para ser felices.
Llaves para la práctica: sentirse pleno y completo con lo que
se tiene.
Cuarto Yama: Brahmacharya, continencia sensual y sexual, moderación en
todos nuestros actos, regulación de los deseos y disfrute de manera
desbordada.
Brahmacharya significa caminar en Brahman. Liberarnos de los
deseos sensuales, el impulso sexual es el más fuerte y el más destructivo
de todos los deseos sensuales.
Brahmacharya, está relacionado con el celibato, el exceso sexual que dispersa la mente, consume energía - prana, y vitalidad en mente y cuerpo, evitando poder alcanzar estados superiores de conciencia. Es importante saber que no hay que reprimir los deseos sean sensuales o sexuales, o todo lo que nos da excesos de satisfacción, hay que controlarlos o refrenarlos y no dar riendas sueltas a que toda nuestra atención esté en estos sentimientos y hacia objetos de placer. La felicidad acompaña a la toma de conciencia de uno mismo, es mucho más grande que cualquier placer sensual que siempre es transitorio.
Llaves para practicar Brahmacharya: Vencer nuestras
atracciones a deseos desbordados y no suprimirlos, aprender el control de ellos.
Quinto Yama: Aparigraha, este último Yama nos recuerda, que hay que compartir y distribuir las riquezas personales, no ser acumulativos, abandonar la avaricia y desarrollar la capacidad de aceptar sólo lo apropiado, cultivar una actitud de generosidad y servicio a los demás, no desear cosas con desmesura y no es la negación de todas las posesiones materiales, aquí se trabaja evitar el tener bienes materiales apegándonos a ellos, no es no ansiar o tenerlos.
Llaves para la práctica de Aparigraha: aceptar lo que se
tiene y ser generoso.
RESUMEN DE YAMAS:
1. AHIMSA: NO
VIOLENCIA
2. SATYA: NO
MENTIR
3. ASTEYA: NO ROBAR
4. BRAHMACHARYA: ABSTENER LOS EXCESOS
SEXUALES
5. APARIGRAHA: NO DESEAR TENER COSAS DE
MANERA DESMEDIDA
Examinemos a continuación Niyamas, cómo aplicar a nuestras vidas estos otros códigos morales en tiempos difíciles y para ayudar a nuestro camino de autorrealización.
NIYAMAS
Son controles y reglas que nos ayudan a perfeccionarnos en cuerpo,
mente y emoción.
Al practicarlos nos permiten una relación perfecta con el mundo
interior.
Niyama es la observancia de nuestros actos, permitir transmutar nuestros
valores morales en virtud de sintonizarnos con la creación de Dios. Implica
observarnos constantemente día tras día, bajo cualquier circunstancia.
Tenemos 5 reglas de observancia o Niyamas
El primer Niyama:
Saucha, pureza, higiene, limpieza, psico-física y del medio donde nos
toca vivir, ser impecables en el vestir y practicar sesiones de purificación.
La pureza del cuerpo se consigue fácilmente, pero la pureza de la
mente es más compleja para ello usaremos la prudencia y el
discernimiento.
Siempre debemos estar conscientes de nuestros actos y pensamientos y aprender a distinguir entre pensamiento puro e impuro.
Llaves para la práctica de Saucha: La perseverancia, la sinceridad.
Segundo Niyama: Santosha, el contentamiento, es tan armonioso, dinámico, sanador, vitalizante, renovador la práctica de este Niyama, aceptarlo todo, estar contento eso nos permite activar una actitud de sentirnos plenos, que dará como resultado alcanzar con mayor facilidad a la autorrealización. Este Niyama es un estado de la mente no depende de nuestra vida material, pues nuestros deseos siempre son insaciables. El deseo permanente de adquirir bienes para ser felices y no estar en un estado de contento con lo que se tiene, nos lleva a estar agitados e intranquilos. No debemos confundir que este Niyama se refiere a no hacer nada ni movernos en las cosas que necesitamos y queremos adquirir en nuestras vidas, nuestros deseos surgen en el sentido del servicio y deber, y no el descontento de recibir los frutos de nuestros esfuerzos y estar siempre esperando más y más para alcanzar la satisfacción de lo hecho. Aceptando todas las situaciones de la vida intuyendo que tienen un sentido positivo, es un estado de calma interior, independiente de las circunstancias.
Llaves para Santosha: transformarnos en gozadores y aprender a
disfrutar de todo lo que hoy tenemos que han sido nuestros esfuerzos a través
de la voluntad de Dios.
“DE LA ACTITUD DE CONTENTO SURGE LA ALEGRÍA INSUPERABLE, PASAMOS DE LA INCOMODIDAD A
LA COMODIDAD, DEL SUFRIMIENTO A LA ALEGRÍA, EN NUESTRA VIDA COTIDIANA”.
Tercer Niyama: Tapas, la perseverancia, aquello que genera calor, con la práctica de tapas generamos ese algo necesario para la autorrealización, porque la persona llena de fervor espiritual un gran deseo de lograr la iluminación, consigue una vida simple, sin excesos, alabando a Dios cantando cantos cósmicos, con limpiezas, ayunos, sirviendo a los semejantes. Esta práctica nos lleva a la fuerza del cuerpo y de la mente. Tapas es volvernos austeros, no existe poco ni existe mucho, evitar el mal uso, abuso o desuso. Siempre ser moderado en todos los hábitos en comer, dormir, trabajar, recrearse para ello la disciplina es apropiada, que nos llevará a la purificación mental y física. Ayuda a este Niyama la práctica diaria de pranayamas que nos lleva a la purificación de nuestras impurezas, de la mente, cuerpo y emociones.
Llaves para practicar tapas: moderación, seguir una vía media ni mucho ni poco,
lo suficiente.
Cuarto Niyama: Svadhyaya, se refiere a algo muy importante y necesario, el estudio
personal, espiritual, el autoconocimiento, revisar y evaluar los progresos a
través de las escrituras sagradas o lecciones de los maestros. Dios nos ha regalado
a lo largo de la vida maestros autorrealizados, que nos han ayudado en nuestro
progreso espiritual, este Niyama nos lleva al conocimiento del ser, esa
búsqueda intelectual que nos permite entender las escrituras y libros con valor
espiritual. Nuestro amado gurú
padrecito Dávila nos aseguró mantenernos siempre enriquecidos con todo un
conocimiento infinito, nos dejó un legado ordenado, para aprender a valorar los
tesoros de enseñanzas, llevándonos a conocer las verdades de los textos
sagrados, permitiéndonos hacer reflexiones que nos ayudan a nuestra
autorrealización. Es importante para todo buscador que se revele el
conocimiento del Ser Supremo en su ser. Con esto mantenemos permanentemente
elevados los aprendizajes que influirán en nuestra vida.
“Lo que leemos y aprendemos es lo que seremos”.
El padrecito Dávila trabajó y trabaja día a día para que la esencia de su enseñanza, nos acompañe en nuestro camino de la autorrealización.
Llaves para Svadhyaya: no dejar de estudiar, elegir el estudio correcto,
el que nos da sentido a nuestra vida, esto es personal, y llevarnos al objetivo
elegido.
Quinto Niyama: Ishvara Pranydhana, venerar a una inteligencia superior, observar nuestros límites
frente al omnisciente creador Dios, para ello practicaremos la entrega y
obediencia al maestro, aceptando sus enseñanzas como instrucciones,
abandonándonos a la realidad última
Dios. Lo conseguimos con tiempo, dedicación, sinceridad y perseverancia,
llegando a trascender mediante el control del ego con tenacidad y entrega
completa a Dios, alcanzando el conocimiento verdadero de la naturaleza
humana. ¡Qué importante es este
último Niyama!
Así terminamos estos códigos, morales y universales.
Con este Niyama hemos llenado nuestro zurrón, así emprendemos el camino de nuestra autorrealización. Ya llena nuestra alforja, caminamos con estos estos 10 códigos que no podemos dejar atrás, cada uno de ellos es un cincel que pule nuestra conciencia y nos vuelve más transparentes, livianos, y felices. Es con este último Niyama que subimos la senda confiados que alcanzaremos la iluminación, pues sin adoración, sin devoción y sin el reconocimiento de Dios en todo y en cada partícula fuera y dentro de nuestra vida, sería inútil toda práctica; es por eso que empezamos con el control de la paz y terminamos con la devoción a Dios.
La llave para este Niyama: practicar sinceridad y perseverancia,
despertar la fe y la dedicación de nuestra practica infinita.
Patánjali dice: De la
entrega al Señor surge la perfección del Samadhi.
No podemos determinar dónde empieza Yama y donde termina, donde empieza Niyama y donde termina, esto se practica no en peldaños realmente
donde al superar uno pasamos a otro, cada uno de ellos se ayudan y formamos un
círculo no de exigencias sino de virtudes para ser más puros porque practicarlos nos
hace bien y nos hace ser mejores personas cada día. No se practican para un
tiempo, en una edad determinada, en un nivel de Yoga determinado, se practica para toda la vida,
cada día es un mejorar y crecer, un purificarnos, un avanzar de la mano del gurú, despertando, estando activos. Este es un sistema científico
legado que nos ayudará
a dejar de ser esclavos del Ego humano para alcanzar el Ego divino.
Entonces Yamas y Niyamas, como camino de
autoconocimiento, conectan al yogui con sus limitaciones y lo preparan para
abrirse a otras fuerzas, distintas de las del propio ego.
Así, el hombre sale de su limitado ‘yo’ y se pone en función de
algo que está más allá de él, lo que convierte toda acción en un servicio, en
un acto de trascendencia.
Esta renuncia al ego, cuando es definitiva y total, lleva a la
perfecta realización del hombre, especialmente de aquel con fuertes tendencias
devocionales.
El Yoga nos plantea entonces que, si realmente queremos ser felices, si verdaderamente queremos ayudarnos a nosotros mismos, debemos volver a la cultura del esfuerzo y del autocontrol, ser capaces de manejar nuestras vidas desde nuestro centro interior y no respondiendo como autómatas a los estímulos externos que nos llevan hacia donde estos quieren. Así afirmado en una serie de actitudes y valores morales, el practicante logrará, siguiendo el camino propuesto por Patánjali:
“El autoconocimiento, el autocontrol y la
autodecisión que son esenciales para mejorar la calidad de vida acercándose
a una paz y una felicidad que luego podrá y deberá compartir con
los demás”.
Patánjali presenta a los tres últimos Niyamas formando parte de lo que se denomina Kriya Yoga:
Austeridad, estudio y entrega al Señor constituyen el Yoga de la acción. Practicando con devoción, con
el propósito de cultivar el estado de éxtasis o Samadhi logrando
la atenuación de los impedimentos.
Es importante en la práctica, no aprenderlos de memoria, esto ayuda al dominio y conocimiento de sí mismo.
Tapas nos lleva a la purificación de la mente, Svadhyaya al conocimiento de los torbellinos de la mente, Ishvarapranydhana a vaciar el ego para que surja nuestra esencia, el espíritu.
En los Niyamas, el cambio es a partir de la acción interna que
influye sobre las fuentes del sufrimiento humano; así el estudio nos permite
conocernos a nosotros mismos y comenzar a hacer caer la ignorancia, la
austeridad nos lleva al autocontrol y el equilibrio, y la entrega al Señor nos
permite desprendernos voluntariamente del EGO del egoísmo que debe desvanecerse
para dar lugar a nuestra verdadera esencia Espiritual.
Finalmente podemos decir que las diferentes dimensiones de la propuesta de Patánjali implican una lectura atenta y desapegada de nuestras acciones que nos permitirán siguiendo un camino de interiorización encontrar las causas de las mismas, hallar las actitudes instaladas en nuestra unidad mente-corazón, allí es donde busca trabajar el Yoga porque solo allí se puede producir un cambio verdadero y radical en nuestras vidas y en la sociedad.
Todo lo que se considere un acto virtuoso está comprendido dentro
de este código del yogui.
Tanto Yama como Niyama conforman una Ley Universal muy
sutil que rige la mente del hombre. Su verdadera y profunda comprensión se
realiza con la práctica constante, cuando la mente se hace traslúcida (sátvica).
La práctica de Yama y Niyama hace que los deseos de la mente
se transformen en profundos anhelos del Ser. Gobiernan la salud del
cuerpo físico, ya que son causa de la estabilidad psíquica.
La práctica de estas 10 normas ético-morales purifican los 10
órganos sensoriales. Al establecerse en estos principios, la
información del medio ambiente ingresa pura al cerebro y de la misma manera el
cerebro envía sus señales nerviosas a los órganos de expresión con total
exactitud.
Esta es la ley que gobierna el universo mental y su karma. Si las
acciones están comprendidas dentro de Yamas
y Niyamas el efecto será beneficioso,
si no, traerá dolor.
Sin Yamas y Niyamas la Iluminación (máxima felicidad) es una
imposibilidad.
Puede provocar al practicante una actitud de mucha angustia que Yamas y Niyamas no se puedan conseguir de un día a otro, esta es una práctica
constante y permanente. Tener
tenacidad y mucha sinceridad de querer alcanzar la purificación en todo ámbito
de nuestra vida no es fácil, no se pide que se consiga la perfección desde un
principio, dice Patánjali, son ideales por los cuales el practicante
trabajará a diario
para conseguirlo. Cada caída o fracaso será una motivación para seguir y
alcanzar el éxito. Cada
logro por pequeño que sea o parezca poco, será útil para evitar distracciones
mentales y alteraciones en nuestras emociones.
Tanto Yamas como Niyamas tienen como propósito transmutar
en el practicante, pero plantean diferentes formas de realizarlos. Mientras Yamas nos dan el cimiento ético para
llevar la vida del mundo exterior y nuestras relaciones con todo lo creado de
manera armónica, los Niyamas permiten
organizar la vida del practicante de Yoga con disciplina y equilibrio sintonizándonos con la
vibración de Dios.
La práctica de Yamas y Niyamas nos ayudarán a transformarnos en
mejores personas.
Con devoción a nuestro amado Dios, a nuestra eterna Madre Divina, a todos y
cada uno de los maestros benditos, a Patánjali y al gurú.
Om. Om. Om.
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