Respiración purificada y vitalizadora.
Dra. María Beatriz Chávez Negrete
Existen muchas técnicas de respiración, muy usadas
por los yoguis, con la finalidad de equilibrar la tan anhelada salud física, de
la mente, recuperar la vitalidad y la energía que permite limpiar y depurar el
cuerpo de toxinas físicas mentales y emocionales, calmar, aclarar el sistema
nervioso los pensamientos y permitir realizar una limpieza a nuestros nadis.
En este artículo analizamos dos respiraciones:
Del libro de
Ramacharaka, “La ciencia hindú Yogui de la Respiración”.
1.- Respiración
purificadora, a la que se le atribuye particularmente la gran resistencia
pulmonar poseída por los yoguis.
2.- Respiración
vitalizadora, que va directamente a atender a los nervios del cuerpo.
Recordando que es por los nervios donde viaja el prana siendo éste su vehículo.
Ramacharaka, menciona que estas respiraciones hay que aceptarlas en especial en el Occidente como un don, de vuestros hermanos de Oriente y ponerlas en práctica.
Durante milenios hay registros de estas respiraciones las cuales ningún maestro entendido del yoga ha cambiado ni ha corregido estas respiraciones, por lo que revisaremos su técnica tal cual como fueron descritas hace milenios.
La Ciencia del Ayurveda como medicina pone mucho énfasis en la respiración para lograr sanar espacios descuidados por el hombre occidental. Uno de los brazos de esta medicina es justamente los diferentes manejos conscientes del acto más vivo, activo y sanador, como son nuestras técnicas de respiración.
Imaginemos por un momento, que nos volvemos una molécula grande de oxígeno, que está envuelta en prana.
Cerremos nuestros ojos, depositemos la conciencia en nuestro entrecejo, busquemos un punto de luz. Luego, llevemos esa luz arriba de nuestra cabeza, debajo de nuestro cuerpo; luego delante, atrás, a la derecha y a la izquierda. Ya siendo una esfera de luz, mentalizamos estar dentro de ella y volvernos un todo esponjoso que se expande al inspirar y se contrae al exhalar, ¡somos un solo pulmón! Cada célula, órgano, tejido, y conciencia es uno, entonces respiremos en esa luz, protegidos de esa luz sanadora. Abrimos los ojos lentamente, y empezaremos a continuación a practicar esta respiración purificadora yogui, que se explica a continuación.
Respiración purificadora yogui
Ramacharaka dice: Los yoguis tienen una forma favorita de respirar que practican cuando sienten la necesidad de ventilar y limpiar los pulmones, además estimula a las células, tonifica los órganos respiratorios y contribuye a mantener un buen estado general de salud, refrescando además el sistema entero. Oradores, cantores, actores, encontrarán esta respiración de gran valor para descanso de los órganos respiratorios fatigados.
¿Cómo se practica? Veremos a continuación que es
diferente a todas las respiraciones que hemos aprendido, donde usamos solo
nuestros orificios nasales para hacer la práctica; aquí habrá, inhalaciones,
retenciones, pausas, exhalaciones, y usamos también nuestra boca para
refrescar.
Esta respiración la podemos incorporar también
cuando terminemos un ejercicio de hatha yoga, o cuando estemos cansados luego
de actividades laborales. Hoy que se está trabajando con mascarillas muchas
horas durante el día, carbonizando el cuerpo y aspirando los detritos tóxicos e
impurezas que el cuerpo elimina al exterior y que se aspiran de vuelta, una y
otra vez, tremendo daño para nuestra salud. Podemos ayudar a evitar
enfermedades futuras siguiendo estos consejos que los Rishis dejaron de
patrimonio para la humanidad.
La técnica
consiste en lo siguiente:
Dice Ramacharaka
1.- Inhalar igual
que en una respiración completa.
2.- Retener el
aire unos pocos segundos.
3.- Poner los labios en actitud de silbar
(pero sin hinchar las mejillas) y exhalar con vigor solo un poco de aire a
través de la abertura formada por los labios. “Solo un poco”, retener un
momento el aire aún almacenado y luego exhalarlo lentamente, de manera uniforme
hasta eliminar por completo todo el aire que se inhaló o que quedó en el pulmón.
Como estamos formando una pequeña apertura de
la boca poniendo los labios como si fuéramos a silbar, debemos considerar que
al exhalar el aire tiene que emplearse un vigor considerable, fuerte por la
boca: Juuu un poco, paramos, retenemos y luego exhalamos con más vigor
terminando de soltar todo el aire contenido.
Ramacharaka nos recuerda que esta respiración
es muy reparadora cuando estamos abrumados, cansados, fatigados. La práctica
diaria tendrá efectos inmediatos hasta poder realizar de manera fácil, fluida y
natural. La respiración purificadora es liviana, suave, no provoca fatiga y
sentimos inmediatamente una gran paz y armonía.
Podemos repetir unas 6 a 10 veces luego de nuestra práctica de hatha yoga, y quizás luego de lo que indiqué sobre el uso prolongado de la mascarilla para los trabajadores que tienen hoy en día trabajos presenciales.
Respiración yogui
vitalizadora de los nervios
La siguiente respiración se recomienda, en las personas que tienen una fragilidad en su sistema nervioso, una gran debilidad corporal, o una alteración en su sistema inmune.
Se usa generalmente para estimular y vigorizar
los nervios, por la gran oxigenación que se inyecta al cerebro y de este a los
nervios tonificando los centros nerviosos y estimulándolos, dando como
resultado, fortaleza, energía y una gran vitalidad corporal. Durante la práctica
la energía fluye por todo el sistema nervioso con mayor fuerza, impregnando vida
al cuerpo. La sensación de felicidad y plenitud se hace sentir inmediatamente
luego de la práctica.
Una vez que terminamos la respiración
purificadora, estamos preparados para realizar a continuación la vitalizadora, su
práctica es así:
1.- De pie y con el cuerpo erguido.
2.- Subir los brazos al frente.
3.- Extender los brazos hacia adelante, algo sueltos
sin tensión, con sólo la fuerza necesaria para mantenerlos en esa posición.
4.- Atraer las manos lentamente hasta los
hombros, contrayendo gradualmente los músculos y comunicándoles fuerza, de manera que
cuando los puños lleguen a los hombros estén fuertemente cerrados, inspirar
mientras los lleva a los hombros.
5.- Conservando los músculos rígidos, volver
los puños lentamente a la posición anterior y exhalar como la respiración
purificadora que es usando los labios en posición de silbar, pero en esta
ocasión se exhala todo el aire con mucho vigor mientras relajamos los brazos
hacia delante, elimine todo el aire y manteniendo el estado de tensión
atráiganse rápidamente inhalando una vez más por la nariz, repitiendo los
movimientos varias veces.
Entonces: erguidos de pie brazos adelante
respiración diafragmática mientras los brazos van a los hombros, retener luego,
poner la boca como silbando, con fuerza y vigor exhalamos mientras volvemos a
llevar los brazos a la posición inicial levantados y al frente.
La eficacia de este ejercicio depende
principalmente de la rapidez en retirar los puños, tensión de los músculos y
naturalmente, de que la inhalación sea completa que los brazos se lleven con
sus puños a los hombros mientras se inspira y con vigor exhalar con espiración
purificadora mientras se extiende los brazos. Es necesario ensayar este
ejercicio para poderlo apreciar. Es un vigorizador sin igual.
La práctica de estas dos respiraciones ayudan
a disminuir la frecuencia cardiaca, reducir la ansiedad, y el estrés, al
refrescar el cuerpo los dos hemisferios cerebrales se sincronizan, purificando
las células del cuerpo, a través de la descarbonización, al centrar la atención
en liberar lentamente el aire por la boca, la ventilación de los alveolos
mejora así como la capacidad de direccionar el oxígeno de manera eficiente a
los diferentes órganos, el acto de soplar el aliento vital corto y luego
controlarlo lentamente permite estímulos de endorfinas, llevando más energía a
la medula espinal, al cerebro, más oxígeno y ayuda al descanso y a mantener la
mente sosegada.
Cada día estamos sobresaltados con un sinfín
de situaciones adversas que se cruzan en nuestras vidas, cada estimulo externo
de ruido, descontrol, violencia etc., provoca en la región hipotalámica -esa
pequeña parte que se encuentra en la base de tu cerebro- una alerta, esta a su
vez estimula señales nerviosas y más estímulos hormonales, sustancias altamente
toxicas se empiezan a activar, provocando un estímulo a la glándulas
suprarrenales las que se sitúan justo encima de los riñones, liberando
inmediatamente cortisol y adrenalina, el corazón aumenta su latidos, generando más
carbonización, más consumo de oxígeno, a más cortisol más liberación de
azucares en nuestra sangre con la consecuencia de provocarnos una cantidad de
fatiga, estrés, abombamiento y letargo. Nuestro sistema inmune se ve privado de
defenderse por la alta estimulación de sustancias que impiden el ataque de
gérmenes, entonces más cortisol más acidosis, dando como resultado alteraciones
en el estado de ánimo. Finalmente aparece angustia, ansiedad, miedo, descontrol
terminando con un estado de depresión.
La práctica diaria y continua de todas las
diferentes respiraciones, los pranayamas, que nuestra Asociación Escuela nos
enseña, la posibilidad de tener una revista que nos permita revisar diferentes
artículos que nos mantienen activos en un Yoga de acción, nos ayuda a entender
lo importante de la práctica.
Las respiraciones aquí revisadas, por ser
conscientes nos llevan a que nuestro cerebro se controle enviando una señal al
sistema nervioso, activando la rama parasimpática que nos adecua al descanso
fisiológico imposible de conseguir durante nuestras jornadas activas. De esa
forma cada vez que eliminamos el CO2 a través de la exhalación nuestra calma
empieza a manifestarse y el corazón baja su gasto cardiaco, generamos
serotoninas y por consiguiente la calma interior.
Esta manera de expulsar el aliento con los
labios fruncidos como si fuésemos a silbar, deja escapar toxinas físicas,
mentales y emocionales que son innecesarias. Hay un poderoso estímulo al Nervio
Vago provocando un efecto sistémico de calma, cuando hacemos de nuestra
respiración un control de ella mentalizándola esta exhalación profunda que
realizamos con la Respiración Purificadora restablecemos el ritmo cardiaco,
bajando los niveles de cortisol y adrenalina, activando los niveles de
endorfinas que actúan como verdaderos analgésicos y antiinflamatorios naturales
del cuerpo.
Namasté
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