P. Dávila (En el Santuario de la Virgen de Guadalupe)
17 enero 1978.- Cómo
describir mi encuentro con la Bendita Señora de Guadalupe. ¿Para qué escribir? Pudiera
llenar páginas y páginas de este cuaderno. Diré solamente que celebré en su
Santuario, frente a frente de la bendita Imagen.
Tiene Ella, algo que llena, algo que
atrae, algo que apasiona, algo que
se siente pero que no se puede expresar. Imposible decir al pie de la letra las
oraciones que tiene el misal: La oración nace, brota espontáneamente como de un
manantial y brotan de muy adentro, el espíritu se siente libre para expresar a
Dios, el Padre- Madre Divina lo que un pobre hijo quiere expresar.
Estaban presentes
conmigo mis estudiantes, todos mis amados estudiantes. Estos adjetivos no
expresan lo que siento, por ellos:
Soy yo mismo en ellos.
No podía nombrarlos uno a uno, lo hice con los que tuve más a la mano: Pero no
faltó ni uno solo de los que están y de los que vendrán.
Estaban presentes mis Obispos, el Cardenal a quien me une
un cariño especial, obispo, Vicario, el Clero del Ecuador y todos mis hermanos
los hombres; porque la Santa Misa es oración Cósmica, de todos y para todos
porque así lo quiso Cristo.
Mis emociones profundas se traducen frecuentemente en lágrimas de bienaventuranza…
Comentarios
Publicar un comentario