P. Dávila (Tener el ojo sencillo)
TENER EL OJO SENCILLO
El Señor tiene una comparación muy sencilla,
como todas las que Él emplea para hacerse entender de sus oyentes:
“Si tu ojo –dice- fuera sano, todo tu cuerpo será lleno de luz,
pero si tu ojo fuera enfermo, todo tu cuerpo estará lleno de tinieblas” (Mt 6, 22-23).
Estas expresiones simbólicas que emplea el Señor,
definen claramente lo que son los distintos estados de conciencia
en los cuales podemos nosotros encontrarnos,
estados de conciencia que lindan con las tinieblas,
estados de conciencia que a nosotros no pueden conducirnos a la felicidad verdadera
y por lo mismo que no pueden conducir también a los demás,
estados de conciencia oscurecidos por el pecado,
oscurecidos por las traiciones que hemos hecho a las Leyes de Dios.
Eso de tener el ojo sencillo, quiere decir:
tener la conciencia sin prejuicios, tener la conciencia sin doblez,
tener la conciencia sin desviaciones hacia intereses
meramente ajenos a aquellos a lo que quiere Dios.
Tener el ojo sencillo, quiere decir todo esto.
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